- Los ejercicios pueden facilitarse o dificultarse de acuerdo a cada caso específico, adaptándolo según la situación por medio de la utilización de: -mayor o menor peso, mayor o menor largo de las sogas o palancas, mayor o menor amplitud de movimiento, mayor o menor superficie de apoyo, más cerca o más lejos del centro.
- Gradualmente se sumarán ejercicios a cada persona, teniendo en cuenta la rapidez, facilidad y aptitudes de fijar conceptos de cada uno. Se recomienda no trabajar grupalmente los ejercicios toda la clase, salvo excepciones en que los grupos estén delimitados en rigor de estos principios (aunque cada pesona debe ser reconocida como una individualidad).
- Variaremos las rutinas según dolencias o estados diarios del alumno, para la rehabilitación o casos especiales. Pilates tiene la facilidad de brindar diferentes maneras de trabajar un mismo músculo o grupo muscular, lo que favorece a la elección inteligente de cada tipo de circuito dependiendo del practicante que tengamos a cargo en cada oportunidad.
- Lo importante son las personas, atender al objetivo que cada cual se propone al llegar a nuestra clase, para ayudarlo a conseguir aquello que lo motivó a venir o consultar por la Técnica Pilates, y la situación momentánea de cada clase en particular.
- No dictar clases en grupos mayores a 5 personas, ya que como guía no puede ofrecerle el mismo servicio y atención a todos los clientes del estudio de este modo. Al no hacerse muchas repeticiones de cada ejercicio, el instructor no llega a tiempo de vigilar la acción de esta cantidad de gente, pudiendo perjudicar a algún alumno al no poder corregir una mala postura o modo de ejecución.
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