El exceso de peso hace que el trabajo de las articulaciones aumente, pues tienen que aguantar más kilos; este excedente favorece la artrosis. La artrosis constituye un deterioro precoz de los cartílagos; produce dolor y limita o bloquea completamente los movimientos.
A nivel de la rodilla, ésta es tres veces más frecuente en casos de obesidad y afecta más a las mujeres que a los hombres. La obesidad tiene también un papel importante en la artrosis de cadera.
A nivel de la columna vertebral, la obesidad no provoca artrosis ni ciática; en cambio, acentúa los efectos nocivos de una deformación existente, como una cifosis o una escoliosis.
Si las articulaciones se ven afectadas, se reduce la actividad física, lo que ayuda a perpetuar el exceso de peso.
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