Un ligero golpe puede tener como consecuencia el comienzo del dolor por una artrosis de rodilla latente. La artrosis de esa rodilla, que estaba dormida y compensada, que era indolora, se ha descompensado y se ha vuelto dolorosa porque la articulación desgastada funcionaba bien pero en situación desfavorable.Y ha sido suficiente un ligero golpe para estropear su funcionamiento y despertar las molestias.
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