- La almohada: Para proteger las cervicales hay que usar una almohada de tamaño medio; es decir, ni muy fina ni muy gruesa, que mantenga el cuello en el eje de la columna.
- El colchón: debe ser firme, ni duro ni blando, que se ajuste a las curvas de tu columna. No duermas en una cama que resulte pequeña para tu altura.
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