Es frecuente que problemas emocionales , como la depresión, ansiedad, estrés o la tendencia
al aislamiento social, pueden acompañar de dolor de
espalda, generalmente crónico. Es cierto que situaciones extremas, tales como divorcios, depresión, alcoholismo, etc., pueden ser las causantes del dolor.
Piensa en forma positiva, todos nuestros dolores están alimentados por
pensamientos negativos que repetimos constantemente dentro de nosotros.
En muchas ocasiones, es imprescindible sanar primero la mente para sanar el dolor muscular después.
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