Las causas del dolor de rodilla son muy variadas. Algunas personas experimentan un dolor en las rodillas constante debido a que sufren de artritis. Otras personas experimentan un fuerte dolor de rodillas después de haber sufrido alguna lesión mientras hacían ejercicio.
Ante un ataque de dolor agudo, se aconseja reposar la articulación. En este primer momento, es conveniente apoyar la articulación afectada en un almohada o similar para mantenerla en alto, sobre todo durante la noche.
Una de las formas más simples de evitar y combatir el dolor de rodillas cuando deja de ser un dolor agudo, es fortaleciendo la musculatura dependiente. Los músculos de la cara interior del muslo y el cuádriceps sustentan los huesos que conforman la rodilla y les proporciona una mayor estabilidad. Para reforzar estos músculos, es conveniente realizar ejercicios específicos.
Con el siguiente ejercicio, no sólo fortalecerás las rodillas sino que también tonificarás muslos y glúteos:
De pie, abre las piernas a la anchura de las caderas, con la pelvis neutra, flexiona un poco las rodillas y empieza a bajar lentamente mientras exhalas. No llegues a bajar hasta la altura de las rodillas. Tomando aire, sube despacio.