Cómo dar un masaje adormecedor en la espalda

Una técnica eficaz de masaje para lograr relajar a una persona y que ésta consiga dormirse es la técnica llamada "pasos de gato".
Con su compañero echado boca abajo en la cama, coloque una mano en la base del cuello y la otra en el extremo inferior de la espalda. Estése así como medio minuto, respirando lenta y profundamente. Eso hará que la otra persona acompase su respiración y tome conciencia de las tensiones que pueda haber en su cuerpo. Deslice muy despacio las manos por la espalda, una detrás de otra. Sólo harán falta unos minutos para que la persona se duerma.

El masaje es un remedio ideal para el insomnio

Si padeces de  insomnio, un masaje antes de ir a la cama te sentará muy bien pues induce al sueño. Gana efectividad cuanto más regularmente se practica y asegura un sueño profundo y natural.

Para ayudar a tratar el insomnio habitual aplique, durante varios días y a la hora de ir a acostarse, un masaje a la persona que lo padece. Haga que la persona se eche en la cama; si su compañero se duerme, no pare, prosiga hasta conseguir un sueño profundo, con movimientos acompasados al ritmo de su respiración.
No hace falta que le de un masaje completo, céntrese en la espalda, el abdomen los pies y el rostro. Siempre con movimientos suaves y adormecedores.

La importancia de la salud del suelo pélvico para las relaciones sexuales

Cuando los músculos del suelo pélvico se debilitan, disminuyen su elasticidad, su tono y la irrigación sanguínea, las contracciones que se producen durante el orgasmo en la mujer se reducen y el placer por tanto es menor.
Por efecto del peso de los órganos en la zona perineal, las estimulaciones sexuales disminuyen, y a veces el coito es doloroso. A ello se añade otro factor en las relaciones: la disminución de hormonas y la atrofia de la mucosa vaginal.

Los músculos del suelo pélvico

Estos músculos perineales son los que sostienen la parte baja del abdomen, donde está el final del sistema urinario, con la vejiga y la uretra, por donde sale la orina al exterior, y donde está también el final del instentino grueso, el recto.
También sostienen la parte ginecológica: la vagina, el útero y los ovarios.
Para que estos conductos de salida (como la uretra para la salida de la orina; la vagina, durante el acto sexual y en el momento del parto, y el recto, que comunica el aparato digestivo al exterior) funcionen bien, los músculos del suelo pélvico deben ser fuertes, elásticos y ser tonificados.