Este tipo de yoga puede practicarlo cualquier persona joven o anciana, delgada o con sobrepeso.
Lo que necesitas para practicar Yoga caliente es la mínima ropa posible, una botella de agua para reponer líquidos y una toalla para secarte cuando sudes.
Con la práctica de Yoga caliente o Bikram conseguiremos mejorar nuestra postura corporal, alineando de forma optima nuestra espina dorsal. Al mismo tiempo conseguimos aliviar los dolores de espalda y el dolor de cabeza.
Además el calor va a favorecer la sudoración y la eliminación de toxinas a los pocos minutos de empezar, cosa que sería casi imposible de conseguir en una clase de yoga normal.
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