Separa las piernas todo lo que te permita tu capacidad de equilibrio. Tus pies deben estar apoyados firmemente. Equilibra tu peso en ambos pies igualmente y siente la estabilidad. Coloca los brazos en cruz, levanta el brazo izquierdo y manteniendo la cadera recta, inclina la parte superior del cuerpo hasta que sientas cómo tu lado izquierdo se estira. Desliza la mano derecha y déjala que se apoye en tu muslo. Mira hacia arriba. Respira unos segundos y cambia de lado.
(imagen extraida de la web yoga.julianpersonaltrainer.com) |
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