Uno de los síntomas es el fuerte dolor al comenzar a caminar por la mañana o después de un periodo de reposo, que se alivia pasados unos momentos.
El espolón no es doloroso, pero sí lo es la lesión que éste ocasiona en los tejidos blandos adyacentes.
El tratamiento indicado para reducir la inflamación y el dolor de la zona, consta de la aplicación de unas plantillas ortopédicas hechas a medida y anti-inflamatorios. Realizar ejercicios de calentamiento antes de andar, flexionar dedos y masajear la zona para calentar la fascia plantar es bueno para evitar dolores provocados por los espolones en los pies.
Si este tratamiento no funciona, se puede recurrir a una cirugía ambulatoria con técnicas de mínima incisión. Por medio de una incisión de pocos milímetros se elimina el espolón y se relaja la fascia plantar, permitiendo la deambulación inmediata de los pacientes.
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