Una persona con peso normal que tiene una vejiga débil puede hacer
frente y controlar a la incontinencia. Sin embargo,
el peso adicional de una persona obesa
agrava la situación y hace que sea mucho más difícil afrontar los
episodios de incontinencia. El exceso de peso provoca una
sobrecarga en el suelo pélvico que puede
llegar a dañar el tejido conectivo y alterar los
mecanismos que soportan tanto la vejiga como la uretra.
La
obesidad en las mujeres produce una sobrecarga en el suelo pélvico que
favorece la aparición de la Incontinencia Urinaria de Esfuerzo: la
musculatura de la zona, ya afectada al tener que soportar los kilos de
más acumulados, no es capaz de resistir ante una presión añadida: un
estornudo, tos fuerte, - See more at:
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obesidad en las mujeres produce una sobrecarga en el suelo pélvico que
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Por otro lado,
la gravedad de la incontinencia aumenta con la edad. Todavía, si la persona con sobrepeso es joven, puede tener
fuertes los músculos del esfínter para regular voluntariamente
el proceso de excreción. Pero los músculos se debilitan con la edad, por tanto,
una
persona obesa anciana es más propensa a padecer la incontinencia.