La fibromialgia es un dolor a nivel muscular, con períodos de agudización constante o permanente.
Las personas con fibromialgia tienen “puntos hipersensibles” en el cuerpo. Estos se encuentran en áreas como: el cuello, los hombros, la espalda, las caderas, los brazos y las piernas. Los puntos hipersensibles duelen al presionarlos.
Las personas que padecen de fibromialgia pueden también tener otros síntomas, tales como: dificultad para dormir, rigidez por la mañana, dolores de cabeza, periodos menstruales dolorosos, sensación de hormigueo o adormecimiento en las manos y los pies y falta de memoria o dificultad para concentrarse (a estos lapsos de memoria a veces se les llama “fibroneblina”).
El método Pilates, al no incluir en sus rutinas técnicas de alto impacto ni ejercicios con cargas o excesivo peso, se convierte en la práctica más adecuada como forma de rehabilitación o apoyo terapéutico para personas que padecen fibromialgia. Las técnicas de relajación también se harán presentes en la práctica, utilizando un tipo de respiración consciente que favorezca la relajación, permitiendo que el cuerpo termine el entrenamiento sin tensiones y con bienestar .
La movilidad, el trabajo muscular, la mejora en la flexibilidad, el bienestar, la calma mental, etc... que aportan el método Pilates a la persona que sufre este transtorno es muy beneficioso.
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