Hay una inmensidad de variantes de los ejercicios que conforman el Chi Kung, pero todos ellos se clasifican en movimientos repetitivos y en posiciones fijas. En todos los casos, uno se debe centrar sobre la relajación, la contemplación de la respiración, que debe de ser profunda y regular.
Mientras se respira de ese modo se realiza una visualización, que consiste en imaginar como el Chi fluye a través del cuerpo y las extremidades, en una especie de circulación.
Se restablece la respiración natural, que mejora la utilización de la capacidad pulmonar y facilita el trabajo del corazón. También se aprende a optimizar los recursos del cuerpo, descansando todo el peso en los pies (Tierra), mantendiendo la mente en calma y atención (Cielo) y uniéndolo todo con fluidez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario