No es recomendanle sentarse en el borde delantero de la silla o en asientos que se inclinan hacia adelante, dejando las rodillas caídas unos pocos centímetros, sin apoyar la zona lumbar en el respaldo de la silla. La cabeza se inclina hacia adelante, los pies se tuercen en torno a la base de la silla, dificultando la circulación sanguínea, y los hombros se proyectan adelante.
Esta postura produce fatiga y presión. Si se transfiere mucho peso (más de un tercio del peso del cuerpo) a los pies, la incomodidad de las piernas se hace patente. Sentado en el borde delantero de un asiento puede provocar fuertes presiones en la parte inferior de los muslos, ya que la mayor parte del peso está cayendo sobre ese punto. Las sillas con asientos inclinados hacia adelante pueden eliminar parte de estos problemas. Sentarse con un soporte pélvico más bajo ofrece otra alternativa, permitiendo a la persona sentada apoyarse cómodamente en la silla.
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