El paciente nota el dolor en el pliegue de la ingle, en la zona glútea, y a veces exclusivamente en la cara de dentro de la rodilla.
Cuando evoluciona se notan crujidos al mover la articulación.
2.Limitación progresiva de la movilidad de la articulación. Los movimientos que más se limitan son la rotación hacia afuera y luego la separación y la extensión de la extremidad. Con el tiempo aparece la contractura o rigidez: el muslo está flexionado y rotado hacia adentro, y no podemos separarlo del cuerpo. De tal modo que los gestos de la vida cotidiana como atarse un zapato, entrar en la bañera o subir a un autobús, se vuelven muy difíciles o imposibles.
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